domingo, 27 de diciembre de 2009

Ratones coloraos ("Eso es así")

Alfonso y Alberto son dos humoristas andaluces que están arrasando en Youtube con sus sketches. En esta edición de Ratones Coloraos harán una parodia de dos pijos con frases cargadas de doble sentido.

MENSAJE NAVIDEÑO DE LOS COMPADRES

Rafi, Fali y MundoFicción os desean unas Navidades "Blancas" y os proponen la campaña "Apadrina un Tieso": "Ningún tieso sin su gin-tonic en copa de balón".

sábado, 14 de noviembre de 2009

Fiesta del orujo en Potes


"Cantabria es lo que más amo, junto a mi familia", resalta emocionado el cantante al recibir la distinción. Miles de visitantes abarrotan este fin de semana Liébana, muchos de ellos atraídos por la figura del barquereño


David Bustamante, "la mejor oficina ambulante de turismo que tenemos en Cantabria", tal y como le definió el consejero Francisco Javier López Marcano, recibió hoy la distinción que la acredita como Orujero Mayor en la edición de este año de la Fiesta del Orujo de Potes.

El cantante barquereño subrayó que "Cantabria es la tierra más maravillosa del mundo, por su paisaje, su gastronomía y su orujo", mostrando su "emoción" al ver que la gente de su tierra le quiere".

Bustamante ha recibido la distinción que la acredita como Orujero Mayor en la edición de este año de la Fiesta del Orujo de Potes ante miles de visitantes, muchos de ellos atraídos por la figura del que fuera uno de los primeros 'triunfitos'.

El consejero de Cultura agradeció que este año hayan acudido a la fiesta más personas que nunca "gracias a Bustamante", a quien agradeció el "esfuerzo" por desplazarse a Liébana desde Miami, y de quien elogió que "se le va Cantabria por la boca".

López Marcano comparó a Bustamante con el presidente del Gobierno cántabro, Miguel Angel Revilla. Los dos, dijo, son los que "más escenarios y platós comparten", en alusión a las entrevistas televisivas de Revilla.

El alcalde de Potes, Javier Gómez Ruiz, por su parte, agradeció al cantante barquereño que aceptara la distinción de Orujero Mayor, y se refirió a otros orujeros, como Nieves Arenilla o el fallecido ex alcalde, Alfonso Gutiérrez.

Interpretó canciones tradicionales

Quince grupos musicales, cofradías gastronómicas y las ocho empresas orujeras de la comarca participan desde ayer en esta fiesta, que incluye degustaciones del licor y de boronos, catas de orujo, romería cántabra y diferentes actividades folclóricas y musicales que ambientarán las calles de Potes.

El alcalde le entregó a Bustamante el diploma que le acredita como Orujero Mayor, y el consejero la réplica de una alquitara. El cantante interpretó dos canciones tradicionales cántabras, que dijo que le había enseñado de niño su abuelo. Posteriormente, todos recorrieron las casetas donde las marcas de orujo ofrecen degustaciones de sus productos, hasta que se produjo el encendido de la alquitara.

La celebración había incluido previamente un desfile por las calles de Potes en el que los miles de asistentes aclamaron a David Bustamante mientras realizaba el recorrido.

"Lo que más amo"

"Cantabria es lo que más amo, junto a mi hija, mi mujer y mi familia", había afirmado antes David Bustamente en la recepción que se le ha hecho en el Ayuntamiento de la capital lebaniega con motivo de la Fiesta del Orujo, en la que ha sido distinguido como Orujero Mayor, un reconocimiento que no es "una cosa más" para él.

El alcalde de Potes, Javier Gómez Ruiz, explicó que este nombramiento se debe a que el cantante de San Vicente de la Barquera "pasea el nombre de Cantabria por todo el mundo", y le invitó a que partir de ahora, lo haga asociando el nombre del licor lebaniego al de la comunidad autónoma. Para Bustamante , es "muy especial saber que mis paisanos me quieren".

Y el consejero de Cultura, Turismo y Deporte del Gobierno de Cantabria, Francisco Javier López Marcano, señaló que la edición de este año de la Fiesta del Orujo se ha diseñado como homenaje al famoso cantante, por su "lucha por una Cantabria mejor".

"Jamás dejaré de ser cántabro y de luchar por esta tierra", dijo luego el barquereño, quien recordó que solía acudir a jugar al fútbol a Potes con amigos como Dimas, Miguelín, Quique y Mari.

Tras la recepción, el consejero de Cultura enseñó a David Bustamente el Centro de Estudios Lebaniegos, y allí el ex concursante de Operació Triunfo interpretó una canción tradicional cántabra. Por la tarde, recogerá la distinción de Orujero Mayor.

Programa de mañana

Mañana domingo, último día de la Fiesta del Orujo, se abrirá a las 10.30 horas con el encendido de alquitaras. A las doce del mediodía tendrá lugar una actuación folclórica en la plaza y calles de la villa a cargo del grupo de Danzas San Pablo, de Ubiarco, y la bandida de gaitas Traslarroza.

A las 12.30 horas está previsto que tenga lugar la comunicación del fallo del jurado y entrega al ganador de la 'Alquitara de Oro', concluyendo los actos festivos a la una de la tarde con una degustación de boronos con repinaldas.


sábado, 7 de noviembre de 2009

¡Marchando una de rabas!

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El domingo se celebra en el Palacio de Exposiciones la quinta edición del concurso de cocinado de este popular aperitivo cántabro

JUAN CARLOS FLORES-GISPERT (El Diario Montañés)

Uno de los platos más populares de Cantabria son las rabas. Se sirven en la mar y en la montaña y en todos los bares y barucos de la geografía regional están a disposición del cliente para el aperitivo. Forman parte de todas las cartas de raciones de los hosteleros cántabros y son muy apreciados por los miles de turistas que nos visitan cada año. Los cántabros que viven en otros países y regiones sueñan con venir a su 'tierruca' a tomar las rabas.

Así que no es de extrañar que el concurso de rabas creado hace cinco años ya sea una ineludible cita dominical para cientos de personas. El concurso se celebra el domingo 8, en el Palacio de Exposiciones. Entre el público se repartirán 400 kilos de rabas de calamar, refrescos y bebidas alcohólicas.

Se trata de un concurso organizado por el gourmet y gourmand Javier Hernández de Sande, con el apoyo de la Concejalía de Turismo de Santander, que preside Gema Igual. Participan cinco restaurantes santanderinos elegidos por 1.500 internautas. El jurado está compuesto por los cocineros Luis Cordero y Floren Bueyes; la presidenta de la Asociación de Empresarias, Carmen Carrión; el empresario José Campos, Javier Hernández de Sande y la concejala Igual.

En la fiesta gastronómica se rendirá homenaje a la familia Puente Rueda, propietaria del bar Chupi, en una transversal al principio de la Avenida de Los Castros, toda una institución en las rabas. Fundado por Norberto Puente y Victoria Rueda hace 70 años, hoy es regentado por sus hijos Juan Carlos, Javier, César y Tito.


Cinco establecimientos optan el domingo a ganar el V Concurso de Rabas

Los establecimientos Sena, La Cecilia, Días de Sur, Laury y El Hipódromo son los finalistas que optan a ganar el V Concurso de Rabas de Santander, que se celebra este domingo en el Palacio de Exposiciones y concluirá con una degustación gratuita.

Estos establecimientos han sido seleccionados a través de una votación popular de los consumidores mediante correo electrónico.

Todos los jurados probarán las cinco raciones de los bares finalistas y puntuarán frente a los asistentes al acto cualidades como la tersura, la frescura o la calidad de las rabas para determinar cuáles son las mejores de la ciudad.

Este festival gastronómico también ofrecerá degustaciones de rabas, vino blanco de Cabezón de la Sal y Coca Cola, además de otros actos, como demostraciones del sumiller y experto en gastronomía Juan Angulo, que hablará de la tradición de las rabas y su historia en la región.

El evento comenzará a las doce de la mañana y durará hasta las 14.30 horas, y las entradas tienen el precio simbólico de un euro. La organización tiene previsto regalar 3.000 raciones de este típico aperitivo a los asistentes.

viernes, 18 de septiembre de 2009

Las mejores tortillas de patatas

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La tortilla de patatas es uno de los platos más emblemáticos de la cocina española. Es paradójico que el exceso de costumbre en su consumo, evite que dediquemos el tiempo necesario para admirar esta insólita y popular elaboración. Por eso, queridos golosos, la tortilla de patatas es hoy nuestra protagonista.

“Ingredientes para una tortilla de cuatro personas: 8 huevos, 2 decilitros de aceite, 200 gramos de patatas y sal. Instrucciones: Las patatas, una vez peladas, se lavan en agua fría y se secan con un pañito. A continuación se cortan en rajitas delgadas y se fríen en aceite o manteca de cerdo. Cuando están fritas se les escurre un poco la grasa, si hubiese demasiada, y se sazonan con sal. En un bol se baten los huevos, se les añade la sal correspondiente y se procede a hacer la tortilla, redonda y plana, procurando que adquiera un ligero color rubio por ambos lados. Al servirla suele acompañarse con alguna ensalada, aparte de lechuga o escarola, sola o con tomate, cebolla, aceitunas y algunos trocitos de atún en escabeche o aceite.”

Nunca la combinación entre huevos, patatas, aceite de oliva, sal y cebollas dio tanto que hablar. La receta anterior, de los maestros Néstor Luján y Juan Perucho, y que aparece en el Libro de la Cocina Española, muestra cómo posiblemente nuestro plato más discutido, debatido y amado es, por el contrario, el más sencillo en su elaboración.

La tortilla constituye uno de los lujos gastronómicos más democráticos que existen. Todos los golosos tenemos nuestra tortilla favorita, nuestra predilecta. Por ello, alrededor de la misma se desarrollan los más jugosos debates acerca de dónde encontrar la mejor pieza. La controversia se extiende hasta los más mínimos detalles: ¿Con o sin cebolla?, ¿fina o voluminosa?, ¿poco o muy hecha?, ¿debe exhibir sus transparentes claras?, ¿fluida o compacta?, ¿debe utilizar las patatas de mayor calidad o los mejores huevos de corral?, ¿son acaso mejores las kennebec de Palencia o las de Betanzos?. La polémica se dilata en otros ámbitos de su elaboración: ¿Debe ser individual o cuarteada?, ¿aceite de oliva o girasol?, ¿casera o de hostelería?, ¿se debe cocer por un lado o por ambos?, ¿se mezcla la cebolla antes de volcar los huevos en la sartén? o… ¿Cómo debe ser el batido de los mismos: acelerado o al ralentí?

Las conversaciones llegan a la extenuación cuando se habla de la dichosa huevina o si es apropiado acompañarla con pimiento verde, tomate, mayonesa… Por cierto: ¿Conserva la tortilla de patatas su integridad holística cuando va rellena de otro componente diferente a la cebolla? Porque nuestra protagonista es engordada con mil y un elementos: mezclas vegetales, butifarra, judías cocidas, ibéricos diversos, chicharrones, sangre, ajos o incluso sesos cocidos…

En lo que todos los golosos estamos de acuerdo es en que los valores para enjuiciar una buena tortilla de patatas residen en la jugosidad, la esponjosidad, la ligereza, la temperatura y el punto de los ingredientes. Unos ingredientes que, sin ningún atisbo de duda, deberán estar a la altura de tan dignísimo y representativo manjar.

La elaboración de tortillas de patata llega en determinados casos a la compulsiva obsesión por encontrar la mejor fórmula. Es por ello que decenas de restauradores a lo largo y ancho de la piel de toro hacen lo posible por encontrar ese toque personal que la haga diferente, especial, única, la mejor. Acompáñenme en un recorrido por algunas de mis preferidas.

Muy posiblemente el trono por la mejor tortilla se disputa en la franja noroeste de la península, siendo probablemente Galicia la comunidad donde más patente queda el esfuerzo por la perfección de la misma. Por detrás, aunque sin llegar al cuerpo de distancia, se encuentran el País Vasco y Navarra, que sacarían cabeza y media a Castilla y León y la capital del reino.

Pero vayamos por partes. Si nos atenemos a la que parece es la más verídica historia sobre su origen, tenemos que viajar hasta Navarra. Fue allí donde una granjera -con evidentes limitaciones en su despensa- ofreció para comer al general Zumalacárregui la primera tortilla de patatas de la historia. Josefina Sagarría es la heredera de esa peculiar tradición culinaria hoy en la localidad de Lesaka. Allí elabora la que para muchos es la mejor tortilla de España. En su KASINO se consumen unos 5.000 huevos mensuales, utilizados exclusivamente para elaborar las magníficas y asombrosas tortillas que devoran sus clientes.

De igual manera, EL MANJAR enarbola -bajo el punto de vista de quien esto suscribe- la bandera de la mejor tortilla de Galicia. Su deslumbrante tortilla se sitúa incluso por delante del popular y archiconocido LA PENELA, el famoso LA CASILLA de Betanzos o el MESÓN O`BO de Carmen Castelo. Poniendo tierra de por medio, en Pontevedra encontrarán una tortilla de altura en LAS CINCO PUERTAS. Pero el nivel general allí es alto, muy alto. No en vano, todos los establecimientos gallegos anteriormente citados han sido destinatarios de los más diversos premios por el nivel de sus elaboraciones.

Cataluña, en cambio, no se ha prodigado especialmente con este plato. En tiempos de bolsillos exiguos tenían a bien calmar el hambre con otros humildes productos. De hecho, el propio maestro Plá no conoció la tortilla de patatas hasta llegar a Madrid entrada la veintena. A pesar de esto, no deja de ser curioso cómo una creación mundialmente conocida como es la deconstrucción de la tortilla de patata, de Marc Singla, tuviera como origen Cala Montjoi. Por mi parte, nunca he entendido el fanatismo que numerosas personas muestran por la que parece ser la mejor tortilla de aquellas tierras: la de CASA PERU, situada en corazón del Valle de Arán. Demasiado seca, tostada e irregular.

Los miembros de la afable familia Redruello se han convertido en los legítimos cancerberos de la tortilla de patatas en Madrid. Desde que comenzaran con el primitivo restaurante del barrio de Salamanca, su tortilla velazqueña les ha acompañado en LA ANCHA (tanto en Príncipe de Vergara como Zorrilla) o LAS TORTILLAS DE GABINO. De la amplia oferta, les recomiendo la poco dietética babosa sumergida en callos a la madrileña. Otros lugares de culto a tener muy en cuenta son: SYLKAR, donde para muchos se hace la mejor tortilla de Madrid, a pesar de su desigual servicio y ambiente. Asimismo les recomiendo LA ARDOSA, donde encontrarán una sabrosa y espectacular tortilla, además de otros productos de calidad. Interesantes son las tortillas de las dos sucursales de LA PENELA. También las de LA TABERNA DE PEDRO, EL BORBOLLÓN, ALCARABEA o TRES OLIVOS. No duden en probar la de TXIRIMIRI o JUANA LA LOCA. Ambas comparten autoría y su acertada cebolla caramelizada. Aunque si existen dos instituciones capitalinas en lo que a tortilla se refiere, esas son el restaurante TÁMARA (siempre por encargo) o la botillería con más seguidores y encanto, SACHA.

No quisiera dejar de recomendarles otras tortillas absolutamente memorables: melosa y sabrosa es la de TAHITÍ, en Logroño. También la que se elabora en el UROGALLO, situado en el pequeño pueblo de Camaleño, a las faldas de los Picos de Europa. Y si en Castilla y León existe verdadera tradición con este plato, es en LA ENCINA y en el MESÓN PATIO MARTÍN donde se tornan verdaderamente irresistibles y gozosas.

Dicho esto, láncense a buscar y salivar con sus curvas y sus populares aromas. Porque la tortilla de patatas, queridos golosos, es una referencia indispensable de la gastronomía española. Una invención gozosa que, en estos convulsos tiempos, reordena de forma virtuosa los valores culinarios.
(Publicado en EL CONFIDENCIAL)

miércoles, 29 de julio de 2009

Esas playitas del sur: Aquello era otra cosa

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En las playas de Andalucía se han detectado recientemente algunos personajes procedentes de Sevilla, que amenazan con matarnos de risa este verano. Aquí os dejo un par de videos para ir empezando...

EL CAMINO ESTÁ EN EL SURF

Este verano por fin J.M. y Juán Raúl van a mojar. O eso es lo que ellos creen... Todos tenemos un pequeño freak en nuestro interior.


¿¡¡¡300.000 BOTELLINES!!!?

300.000 botellines es lo que separa al Culebra y el Cabeza de su sueño: montar un negocio de tuneados de motos de agua...


martes, 28 de julio de 2009

Paisajes de Cantabria (David González Ruiz)

Album de fotos de paisajes de nuestra tierra, por David González Ruiz.



EL VERANO DE LOS COMPADRES

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No soy el único al que le gusta la buena vida, el Rafa y el Fali también disfrutan del veranito.

Rafi y Fali, dos amigos cercanos a la treintena, departen sobre lo divino y lo humano en una mañana de chiringuito al sol, en una playa andaluza. Menos mal que hay cosas que nunca cambian.


domingo, 26 de julio de 2009

La feria de 'Santiago' en Santander: su verdadero origen

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(Juan Carlos Flores Gispert, en El Diario Montañés)
El origen de la celebración de Santiago en Santander no tiene nada que ver con la devoción del apóstol. Como se sabe, los patronos de Santander son la Virgen del Mar y los santos Emeterio y Celedonio. En el libro 'Las fiestas populares del municipio de Santander', de Mario Crespo, Francisco José González y Sonia Merino, se reconstruye la historia de las fiestas de Santiago en la capital cántabra. El origen de las fiestas de Santiago es el deseo de divertirse en verano. José Simón Cabarga, periodista y cronista de Santander, a quien se deben notables páginas sobre la historia de la capital santanderina, relata que «antes de 1869 se celebraban unas fiestas de Santiago en el barrio de Miranda, fiestas que luego reclamaría para sí la Alameda Segunda, como una de las novedades impuestas por la Revolución de 1868».
En el barrio de Miranda existía un fondín llamado del 'Tío Santiago', cuyo dueño, Santiago González, organizaba bailes y algunos festejos. Así aparece mencionado en el cartel de fiestas de Los Santos Mártires de 1868. El 7 de diciembre de 1868 el Ayuntamiento aprueba crear una feria de verano en la ciudad, contando para ello con varias puntos a favor: la celebración de corridas de toros, la iluminación de la Casa Consistorial y la presencia de numerosos forasteros en el mes de julio, atraídos por la buena temperatura de Santander y el mar y las playas.
La idea aprobada era la celebración de las fiestas de verano entre los días 23 y 28 de julio con instalación de puestos de venta para los efectos industriales y de comercio en La Alameda Segunda y exposición de ganados en La Albericia.
Y así empezó la historia de unas fiestas que hoy son imprescindibles para la capital santanderina, centrando actividades tan importantes como la presentación del cinematógrafo. Fue en 1879 y en La Alameda Segunda. Junto a la exposición de fieras y de figuras de cera se anunciaba «una gran colección de estereóscopo anglo-americano que acaba de llegar de la exposición de París». La presentación oficial del cinematógrafo en una variante del sistema patentado por Edison tuvo lugar el 24 de julio de 1896.
En 1926, en EL DIARIO MONTAÑÉS, Cástor V. Pacheco relataba: «aquellas ferias (de Santiago) no duraban mas de ocho días, aunque a los feriantes se les consintiera permanecer en sus barracas durante otros ocho días para dar salida a su mercancía... las ferias de La Alameda Segunda acaban a los quince días. Por cierto que en el deseo de dar con la razón de porqué se llaman ferias de Santiago solamente he conseguido enterarme... de que hubo un tabernero establecido allí (en el cruce de los caminos del Alta, de Miranda y de El Sardinero) que se llamaba como el Santo Apóstol y que creyó de perlas organizar una romería en aquel punto, llegando a celebrarse, tiempo andando, con gran concurrencia de gente del pueblo, con asistencia del señorío y de no poca algazara de chicos y de grandes. De esta romería debió de partir lo que luego fueron las 'renombradas ferias de Santiago' en los programas de mano en los que se publicaba la lista de los cohetes, bombas, morteros de grueso calibre y de los fuegos artificiales que, según costumbre muy antigua, corrían a cargo de los Señores Hijos de Alonso, de Palencia, y se quemaban en la Alameda Segunda, en el Muelle, en la bahía -simulando un gran combate naval- y, por último, en El Sardinero».

Carmen González Echegaray, escritora e investigadora, explica en este artículo el origen de estas fiestas.
Allá arriba en el Alto de Miranda, nacieron las fiestas de Santander, en la antigua ermita de Los Santos Mártires, que anteriormente había estado situada en la parte baja de la Villa, en la Calle del Mar, rampa de la Calzadilla -hoy Plaza Porticada- y adosada a la antigua muralla. Al iniciarse el ensanche de la ciudad, fue trasladada al Alto de Miranda y con ella su romería y fiesta. Estaba dedicada a la Purísima Concepción y los Santos Mártires, y era de la Cofradía de los Navegantes de San Martín de Abajo.
Fue en 1848 cuando se trasladó a la nueva capilla de la loma de Miranda desde donde se abarcaba con la vista toda la mar interna y externa rodeando nuestra ciudad. Muy cerca se encontraba un merendero regentado por un vecino llamado Santiago, donde se celebraban las verbenas. Yo conservo un anuncio del señor Santiago, animando a la vecindad a subir por el entonces escabroso paseo de la Concepción, hoy día Paseo de Menéndez Pelayo, para celebrar los festejos a la ermita de los Mártires y pasar por su tasca a refrescar el gaznate.
El éxito de estas fiestas populares, animó al Ayuntamiento a aprovechar el nombre de este conocido personaje, y ampliar con ferias y las tradicionales corridas de toros, etc. los festejos veraniegos de la ciudad trasladándolos a fechas más oportunas. El 'Campanón' de los Santos Mártires enmudeció ante el sonido más alegre de las campanas veraniegas, repicando a toro, allá por el Verdoso, sostiene el cronista de la ciudad.
El día primero de mayo del año de 1869, se inauguraban las ferias. Del 23 al 28 en el mes de julio se colocaban a ambos lados de la Segunda Alameda, tenderetes con chucherías, puestos de chinitos: «Señora, ¿Quiele un collar?».
Y en barracones de madera se exhibían muñecas preciosas, 'vestidas de azul' que nunca tocaban a nadie. Había fotógrafos que te colocaban astutamente detrás de unos parapetos o telones, te hacían sacar la cabeza por encima y disparaban, resultando que en la foto aparecías vestida de odalisca.
Había rifas, algunas de ellas, con carritos que entraban vacíos y salían cargados de caramelos ante los pasmados ojos de la chiquillería. Tiros al blanco con escopetas chivatas; cantidad de carruseles con caballitos que subían y bajaban al dulce compás de un romántico vals, y casetas con susto incluido para los miedosos. Iba aumentando la importancia y brillantez de las ferias, llegando a su apogeo en 1872 que fue cuando se instalaron los arcos de hierro de la iluminación de gas.
Al final del paseo se situaba la Exposición Ganadera, ya en el Verdoso. Como ya dijimos, en los primeros años lo arcos de luz se alumbraban con bombillas de gas, Después llegó la luz eléctrica. bajo los altísimos árboles que como un dosel verde proyectaban sombra acogedora a la multitud. El vocerío y alboroto aumentó con las instalaciones eléctricas y los altavoces, siendo posiblemente este uno de los motivos por lo que desaparecieran de este lugar las ferias, porque las fincas de enfrente eran prados o jardines a cuyas casas alejadas cerca del Alta, no llegaban estas molestias, pero con el tiempo se fueron sustituyendo por viviendas urbanizadas que no soportaban el ruido.
Últimamente y antes de la guerra de 1936, se situó allí la Feria de Muestras, (en 1932), de la que tanto disfrutamos los niños de entonces. Recuerdo unos cartuchos riquísimos de leche SAM, envasados en cera, chocolatinas de Nestle y una canción que decía: «Don Paco y Doña Petra se fueron a la ciudad, tomaron el tren expreso de mayor velocidad, tan pronto como llegaron un pillete les siguió, y unos pollos que llevaban de la mano les quitó. No podremos comer pollo, pero habrá caldo mejor, gustareis del Caldo Maggi, el de más fino sabor». Seguro que alguna persona octogenaria se acordará.
Fueron perdiendo brillo e importancia las ferias de la «Alameda Segunda» y en 1947 se buscó otro espacio donde instalarlas. Obras del Puerto las llevó al barrio de Maliaño, a la zona marítima de Antonio López, curiosa cercanía con la mar, que había sido su primitivo origen.

sábado, 18 de julio de 2009

Arranca la Semana Grande de Santander

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Desde ayer, Santander está en su Semana Grande, la Feria de Santiago. A las ocho de la tarde, se inició con el recientemente tradicionalizado "chupinazo" (costumbre introducida por el anterior alcalde, Gonzalo Piñeiro), la semana de fiestas que dura 10 días (como las semanas fantásticas de El Corte Inglés). ¿por qué esa vulgaridad de obligar a las semanas a tener 7 días? Póngame 10, y cargaditos de fiestas, casetas, música, y cachondeo. Por cierto, en unos días explicaré por qué la Feria es de Santiago, cuando ni es patrono de Santander, ni de Cantabria.



Arranca la Semana Grande


Santander ya está de celebración. Con el chupinazo lanzado ayer desde la Plaza Porticada fue inaugurada la Semana Grande, así como las 61 casetas de la Feria de Día y las atracciones del recinto ferial (se incluye video)

La intermitente lluvia no impidió ayer que los santanderinos tomaran las calles para inaugurar la Semana Grande que, oficialmente comenzó cuando se lanzó el chupinazo desde La Porticada. El alcalde, Íñigo de la Serna, acompañado de toda la Corporación, aseguró que «esta Semana Grande va a ser la más grande de toda la historia de la ciudad» e invitó a todos los presentes a disfrutar de las actividades programadas. Y dicho y hecho porque la plaza estaba hasta la bandera de personas con el pañuelo azul atado al cuello y con muchas ganas de disfrutar. Uno de los momentos más emocionantes de la tarde fue cuando la multitud congregada en La Porticada cantó 'La Fuente de Cacho'.





Media hora antes se inauguró la Feria de Día y por tanto, las 61 casetas que salpican la ciudad, comenzaron a despachar pinchos y consumiciones sin descanso hasta pasada la medianoche.

El espectáculo del pasacalles de las cuatro gigantillas también llamó la atención del público que paseaba desde Numancia a La Porticada y cuando llegaron a la plaza, el alcalde de la ciudad, Íñigo de la Serna, lanzó el chupinazo. Acto seguido comenzó la actuación del Foté Faré, una compañía de percusión y danza integrada por ocho músicos y tres bailarines, que ofreció un sorprendente espectáculo de pirotecnia y malabares con fuego.

En la otra punta de la ciudad, en el aparcamiento del campo del Racing, grandes y pequeños disfrutaban de las atracciones del recinto ferial que se encendió sobre las 21.30 horas. La Semana Grande ha empezado y, como no podía ser de otra forma, lo ha hecho a lo grande.

jueves, 25 de junio de 2009

Gazpacho y otras cosas buenas del verano


Ya está aquí el verano, que este año ha venido pisando fuerte, al menos en los termómetros; acaba de empezar y ya anda todo el mundo quejándose de lo que, nunca he sabido bien por qué, se suele conocer por "buen tiempo", es decir, sol y calor. Esperemos que el verano nos dé alguna tregua térmica, como todos los años.

Mientras, aquí está. La estación soñada, por aquello de las vacaciones, pero también, para muchos la estación de la ordinariez en el vestir, no digamos en el calzar... y hasta en el comer. La estación de las batallitas gastronómicas, en las que cada cual intenta convencer a su vecino de que ha comido mejor y, sobre todo, más barato que él en su lugar de vacaciones... Lo de siempre, bastante previsible y aburrido.

Hombre, que el verano tiene cosas buenas, incluso muy buenas, no lo duda nadie. Para mí, las mejores vienen del mar. Las sardinas, naturalmente, de virgen a virgen, para tomarlas asadas o al espeto en la playa... si las autoridades competentes no estiman que con ello estamos infringiendo la ley de costas, que amenaza con hacer desaparecer la tan entrañable institución del chiringuito.

Otra grandeza marina del verano es el atún blanco, que al contrario que su primo el gran atún rojo podemos consumir sin prevenciones, ya que no corre el grave riesgo de extinción por el que pasa el mayor de los túnidos. A poco que el calor ceda un par de grados, un marmitako es una cosa muy seria...

Como lo son la gran joya marina del verano: los chipirones. En las costas gallegas, asturianas, cántabras y vascas se consumirán otra vez estos apreciadísimos cefalópodos, que acabarán, en su gran mayoría, hechos con su propia tinta o encebollados. El de los chipirones es uno de los sabores estrella del verano... y, si me apuran, de todo el año.

En tierra es época de dos frutos traídos de América: los pimientos, que en Padrón son claramente veraniegos... si son de verdad de Padrón, y no "pimientos de Padrón" -que es un tipo de pimiento- cultivados en Agadir (Marruecos), y los tomates. Ya nos hemos olvidado, a base de variedades diferentes, pero los tomates siempre han sido cosa del verano.

Un verano sin gazpacho es impensable

Y cosa del gazpacho. El verano sin gazpacho es, hoy, impensable. Hace algunos años aún quedaban gentes no conquistadas por lo que algún autor llamó "esa extravagancia andaluza"; hoy, el gazpacho es el rey del verano. Es complicado escribir sobre el gazpacho, porque son muchísimas las personas que se consideran en posesión de la única fórmula ortodoxa y aceptable del gazpacho... olvidando que hay tantos gazpachos como cocineros, que cada cual tiene su punto y todos tienen su gracia.

Yo creo que lo primero que hay que plantearse es qué consideramos nosotros que es el gazpacho. ¿Una bebida? ¿Una entrada ligera? ¿Un primer plato de verdad? Según decidamos una u otra cosa, el gazpacho irá ganando en contundencia y perdiendo ligereza. Como comprenderán, no se hace el gazpacho igual si va a servirse de aperitivo, en copa de chupito, que si se va a servir como primer plato, en taza o plato.

Vale, más o menos líquido, pero ¿qué le ponemos? A estas alturas, lo único seguro es el tomate, hecho prácticamente zumo y aliñado. Tomates rojos y maduros, aceite virgen, vinagre de calidad, de vino, a poder ser blanco y mejor si de Jerez; el vinagre va a marcar el grado de frescura subjetiva que nos comunicará el gazpacho, así que es importante controlarlo, usarlo buenísimo y en la cantidad exacta.

El pan remojado no tiene ya más que un papel residual, del que se puede prescindir perfectamente; yo, en mi casa, lo hago, lo mismo que reduzco el ajo a una intervención meramente testimonial, no le pongo pimiento siempre y, con bastante frecuencia desde un día que con el gazpacho en marcha vimos que no había pepino en la despensa, un pepinillo en vinagre perfectamente escurrido, claro, no vaya a estropear el vinagre que he seleccionado con el del bote; pero el pepinillo no repite y le da carácter al gazpacho. Añadamos unos cominos y un aire de ajonjolí... y ése es el gazpacho de mi casa, al que casi ni me atrevo a llamar gazpacho, pero al que trato como un gazpacho. Si es para beber, lo rebajo con agua helada; si no, no. Ah, y ya que hablamos de eso: se ha escrito muchísimo acerca de qué se puede beber con el gazpacho: que si fino de Jerez, que si cava, que si vino blanco... Miren ustedes: lo mejor que se puede beber con el gazpacho es, naturalmente... gazpacho. Y no le den más vueltas.

(Publicado en El Confidencial)

lunes, 6 de abril de 2009

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